Procesos listos para escalar con mínima intervención
Automatizar sin conocer el flujo real es invitar a la frustración. Mapear actividades, excepciones y entradas de datos permite seleccionar qué tareas merece automatizar hoy y cuáles necesitan rediseño. Con esa claridad, la inversión produce rapidez visible sin trasladar errores humanos a máquinas diligentes.